La soledad del horizonte tranquiliza a las personas, el mar que no tiene un final las libera. Libera de angustias, tristeza, dolor, soledad y de todo lo que ello conlleva. El ver que algo no tiene final, dan ganas de creer que la vida tampoco tiene final y que las cosas pasan por que tienen que pasra para el desarrollo de la humanidad.
El desarrollo de cada uno de nosotros de va realizando por las vivencias que vamos teniendo y cada uno de nosotros vivimos una distinta a la otra.
La calma del mar, calma mi alma, mi ansiedad, ansiedad de que todo pase rápidamente, pero sé que no será así, todo pasará lentamente y aprenderé lo que nunca antes imaginé aprender.
El cielo y el mar se juntan más allá del horizonte que nuestros ojos pueden llegar a ver, es igual como nuestra mente y alma se van juntando y nadie jamás podrá saber cuál es el limite.
Nunca se puede saber si uno habla del alma o de la cabeza, no se sabe que es racional o emocional, es lo mismo que pasa con el mar no se sabe si es cielo o mar??
Los seres humanos nunca sabemos cual es el limite por que nos conviene y nunca sabemos luchar por lo que de verdad queremos en la vida, porque todo se nos confunde y para nosotros nada es claro ...y nadie esta cuerdo.
Lo único que sé, es que cada uno tiene que mirar el horizonte y aprender a distinguir entre el cielo y el mar, para poder aprender a hablar del alma y ser verdadero.......
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